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Bitácora de Martha Cecilia Ruiz

Lo que es bueno para el ganso…que también sea para la gansa

Las víctimas de violencia rompen el silencio a través de los medios de comunicación y el agresor es puesto en evidencia, pero tiene que haber una regulación o un código de ética que respete a las víctimas

Por Madeline Mendieta*

“El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres.”

Simone de Beauvoir (1908-1986) Novelista e intelectual francesa.

Durante las últimas semanas, hemos visto que la Ley de Violencia contra la Mujeres ha empezado a hacer revuelo en la opinión pública. Ley que está próxima a aprobarse en la asamblea nacional. Paradójicamente primero fue aprobada, a inicios de año, la ley a favor de protección de los animales, antes de que la de las Mujeres, por la víspera se saca el día.

He seguido con detenimiento, algunas acciones que grupos de mujeres han hecho para visibilizar la importancia de la ley: Conciertos, la marcha de las putas, campañas radiales, televisivas, afiches, acompañamientos por parte de algunos movimientos en diferentes juicios y demandas etc.

Sin embargo, como era de esperarse, los hombres ya empezaron a reaccionar  y decir públicamente que la ley “hecha por feministas” está siendo una ley totalmente vengativa contra los hombres. Veamos algunos ejemplos:

“En primer lugar, es una ley inconsulta, a la inmensa mayoría de hombres y mujeres que formamos la población nicaragüense, simplemente metieron un proyecto de ley de escritorio, y hablaron con algún diputado de la Asamblea Nacional, y nosotros los afectados no sabemos a fondo qué se nos viene” José Morales, página de Opinión EL NUEVO DIARIO, 7 de junio 2011.

“En segundo lugar, es un proyecto de ley que no es propio de la idiosincrasia de los nicaragüenses, más bien es impulsado por ONG de países extranjeros que financian a las feministas nicas. Hay que aclarar que la historia y las costumbres de los anglosajones son muy diferentes a las de nosotros” José Morales, página de Opinión EL NUEVO DIARIO , 7 de junio 2011.

“Ley integral contra la violencia hacia la mujer”. La iniciativa fue remitida a la Comisión de Justicia para su dictamen. El proyecto contiene 68 artículos. Al leer la moción quedé estupefacto por la gama de delitos, casi se llega al absurdo de tipificar como delito el solo hecho de volver a ver a una mujer. Valentín Barahona. Página de Opinión, EL NUEVO DIARIO, 20 de junio 2011.

“Se viola el arto. 67 y 68  de la Constitución, por cuanto, el arto. 35, violencia mediática, es un atentado a la libertad de expresión, se pretende de previo censurar a los medios de comunicación y a los periodistas, cuando dice que se castigará con multa de 200 a 300 días, cuando se ofenda, injurie, satirice y denigre a una mujer.” Valentín Barahona. Página de Opinión, EL NUEVO DIARIO, 20 de junio 2011.

Estas opiniones son las que comúnmente nos encontramos todos los días, es la típica reacción de alguien que niega que la Violencia contra las Mujeres y menores sea un problema de salud pública.

En las relaciones de co-dependencia y dependencia existe un mecanismo de defensa llamado “negación” esto significa que estás viendo el problema, sabes que existe, que te hace daño, pero la reacción primaria es decir: No hay tal problema. Por tanto no existe.

Nicaragua es un país post-guerra. Se hicieron esfuerzos para la desmovilización de millares de personas que estaban armadas. Sin embargo, en términos de salud estas personas no fueron tratadas correctamente. La guerra trae secuelas profundas, difíciles de erradicar, por lo tanto somos producto de una sociedad que vive con altas dosis de violencia.

Sumado al infortunio de la cultura del abuso de poder que lo encontramos en todos los sectores a todos los niveles. Y en esa cadena de abusos los más desafortunados siempre son las mujeres y los niños.

No obstante, quiero hacer algunas aclaraciones en cuanto a la Ley. Si hacemos una lectura del proyecto de ley sin apasionamientos en primer lugar: El proyecto de Ley lo conformaron una comisión especial de expertos y expertas en leyes que laboran en diferentes Instituciones de nuestro país, por tanto, no es un copy-paste de ninguna legislación extranjera. Mucho menos que las enormes “transnacionales de ONG Internacionales” trajeran como el Atalaya para evangelizar a las mujeres, dicha ley para “vengarse” de todos los hombres que en Nicaragua se portan mal.

Creo que pensar de esta forma es ofender a los profesionales nicaragüenses que analizando y reconociendo que todos los días en este país se comenten delitos en contra de las mujeres, desde maltrato físico, verbal, sicológico, económico, violaciones, hasta homicidio, llegaron a la conclusión que las sanciones deben ser más fuertes para quienes agreden a las mujeres. En este punto el endurecimiento de esta ley no va a detener que se continúen agrediendo y asesinando mujeres. El asunto es mucho más profundo que decir que ahora las mujeres tienen una ley. Esto es apenas un peldaño de la enorme escalera que hombres y mujeres tenemos que construir, en base a una sociedad con más equidad, respeto hacia las mujeres y sobre todo a las menores de edad.

Todos los días, las mujeres tenemos que soportar todo tipo de atropellos. Los supuestos “piropos” que te gritan por las calles no son más que una manifestación vulgar, agresiva que debemos “agradecer” a los hombres por haberse dignado a decirnos algo que a consideración del Señor Barahona es “absurdo”. Yo me pregunto, qué sanción le aplicaría él a un hombre que no solo le grita groserías a su hija, hermana, esposa, sino que no conformándose con el silencio la sigue y además toca sus partes íntimas como sucede todos los días en nuestras calles, en los buses. Si conduces, tampoco estás exenta, “caballa”, “estúpida” “mujer idiota” y el típico “tenía que ser una mujer” son los cariñosos exabruptos que los hombres se sienten con la libertad de gritarles a las mujeres al volante.

Pero esto, me podrán decir, también entre hombres se lo gritan, es verdad pero es más suculento cuando se lo gritan a una mujer porque ésta no va a responder de manera agresiva.

El proceso para poner una denuncia re-victimiza a la denunciante porque tiene que ir a Medicina Legal, luego la policía, luego el abogado o el juez. En estos procesos, algunos medios de comunicación, como buitres acechan a la víctima que está llena de moretones, estrangulada, violada, para poder obtener “la primicia”.

No es un secreto que hay medios de comunicación que hacen una descripción mordaz y morbosa de los hechos cuando hay una víctima de violencia. En algunos medios radiales, recurren a onomatopeyas cuando están relatando que a una mujer la violaron, la manosearon, la agredieron. Peor aún, cuando la víctima además pertenece al grupo de diversidad sexual como son los transexuales, travestíes, homosexuales o lesbianas, utilizan un sinnúmero de adjetivos inapropiados para referirse a personas con opciones sexuales diferentes.

Las víctimas de violencia rompen el silencio a través de los medios de comunicación y el agresor es puesto en evidencia, pero tiene que haber una regulación o un código de ética que respete a las víctimas. Por tanto, no es ninguna coacción a la libertad de prensa, es que los periodistas y los medios de comunicación traten con decoro y respeto a las víctimas de agresión sea cual fuere el sexo o género.

Según datos de la Comisaría de la mujer de la Policía Nacional  registran aproximadamente 18 mujeres muertas en lo que va del año 2011 y 13,000 denuncias, el registro que lleva la Red de Mujeres contra la violencia son 51 mujeres muertas.

El viejo refrán dice: Quien nada debe nada teme. Si un hombre trata a sus compañeras de trabajo, vecinas, hermanas, madre y esposa con respeto y dignidad por qué tiene que preocuparle una ley que no va a afectarle. Si usted respeta las señales de tránsito lo más probable es que no tenga una multa.

Así que hombres, despreocúpense, que se preocupen los agresores, los abusivos y abusadores. Ustedes honorables caballeros dignos, disfruten con sus mujeres sin complejos de culpa, sin miedo. Al fin y al cabo lo que es bueno para la gansa también es bueno para el ganso.

*Poeta

(Publicado en END de Hoy y reproducido con autorización de la autora)

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