Prevenir la violencia sin ser indiferentes
La paz no es solamente la ausencia de la guerra y eso lo sabemos muy bien tanto en Nicaragua como en El Salvador. La diferencia es que hace seis meses, 15 años después de la firma de Paz, buena parte de las y los salvadores decidieron ponerse de acuerdo para dejar de ser uno de los países más violentos de la región. En ese contexto se puso en marcha la campaña “Marca la diferencia, sin ser indiferente” que incluyó movilización social -especialmente de adolescentes y jóvenes-, cambios en la política informativa de los medios de masas y compromisos de diversos sectores para prevenir la violencia. Fue así que, con el auspicio de el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el acompañamiento de Shakira como Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, representantes de radios, canales de TV y periódicos salvadoreños en noviembre pasado firmaron un acuerdo inédito sobre la cobertura de la violencia y se comprometieron a no presentar imágenes de cadáveres, ni cuerpos ensangrentados, y a cuidar del lenguaje y el respeto a los derechos humanos. Una necesidad urgente en países como Nicaragua, plagada de noticieros sensacionalistas que naturalizan la violencia y en nada contribuyen a la prevención de la misma. Los transportistas salvadoreños también se comprometieron a tomar acciones ante la violencia en las calles y así pasaron de 19 accidentes mensuales por autobuses a nueve, y aunque la cifra sigue siendo preocupante, demuestra que la mejor forma de enfrentar la violencia es asumiendo responsabilidades individuales y colectivas. Incluso, el discurso oficial contra las maras o pandillas se ha modificado y aunque la campaña apenas lleva seis meses, ya se ven los cambios. El componente de los medios de comunicación es uno de los más importantes. No sólo para transmitir los mensajes de la campaña en la que aparecen niños, niñas y personas de la tercera edad víctimas reales de la violencia, sino también para comprometer a los dueños de medios a asumir su cuota de responsabilidad en el tema. No es demandar a los medios no informar sobre accidentes, heridos o hechos delictivos, sino que se les propone explorar otros ángulos, se pasa de aceptar la violencia como un espectáculo para generar ganancias, a entender la violencia como un problema social en el que todos tenemos parte. Cuando se firmó el acuerdo de autorregulación de los medios salvadoreños, uno de los empresarios de la TV se negó a dejar atrás a la nota roja, sin embargo, meses después tuvo que sumarse al cambio, pues la gente que supuestamente demandaba ese tipo de programas dejó de verlo. La experiencia salvadoreña fue presentada la semana pasada a los estudiantes de Comunicación Social de la UCA por Karla Rodríguez, oficial de Comunicación de UNICEF de El Salvador y Debora Comini representante de UNICEF en Nicaragua, con el llamado a la reflexión y a la acción en Nicaragua, durante una cátedra abierta en la que también vieron parte de los mensajes utilizados en la campaña. Un spot grabado con Shakira y verdaderas víctimas de la violencia en las calles salvadoreñas, se presentó a los estudiantes que se sumaron al llamado para dejar de ser un país que acepta la violencia como un espectáculo cotidiano y convertirnos en una sociedad comprometida con la prevención de la misma, una ciudadanía que demanda cambios tanto en las familias, como en las políticas públicas, que se responsabiliza y actúa, que hace la diferencia sin ser indiferente.
1 comentario
Enrique -