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Bitácora de Martha Cecilia Ruiz

El mito del Acceso Universal a los ARV en Latinoamérica

"El Fondo Global no tiene suficientes fondos, porque los países están más preocupados en salvar Bancos que vidas humanas”

Por Fabiola Llanos, Periodista responsable de Comunicaciones de la Fundación catalana Sida i Societat y miembra de la Red Internacional de Periodistas con Visión de género. Viena, 21 de julio de 2010

En una nueva conferencia dentro de las actividades de la XVIII Conferencia Internacional sobre el sida – Viena 2010, las aportaciones de profesionales de diversas ramas del mundo científico y social, han girado en torno a la situación del acceso a los ARV de la población a nivel continental, desmitificando ciertos aspectos que -a sus pareceres- van más allá de lo que es la incidencia real, destacando la heterogeneidad y desigualdad que caracteriza al continente y la situación de extrema precariedad en que se encuentran las mujeres respecto de la vulneración de sus derechos fundamentales.

Pedro Cahn, Médico jefe de la sección Infectología del hospital Fernández, hacia hincapié en que la gente en latinoamérica “en unos paises más que en otros”, la población sigue contrayendo una infección prevenible, y muriendo de una enfermedad tratable. “Desde el 2001 al 2008, ha habido un 25% de incremento en la prevalencia del VIH/sida”, señalaba el especialista.

Entre sus argumentos, incidió en que dada la heterogeneidad de la pandemia y de los mismos países de la región, cada país debe enfrentar sus desafíos de manera distinta, aunque se debe contar con los recursos necesarios para ello. “Somos una región lo suficientemente pobre como para no estar sentados en las mesas donde se toman las decisiones de orden mundial, pero demasiado ricos para recibir ayuda. La homofobia, la inequidad de género, la pésima administración de nuestros recursos de salud, la corrupción, la migración, la pobreza, el estigma y la discriminación, promueven el incremento de las desigualdades”.

En su disertación apuntó a temas que ya son bastante conocidos, como el aumento de muerte y contagio de las mujeres por VIH/sida, o el mito de que en América latina existe un buen acceso a los ARV. “Está comprobado que los resultados más positivos en los tratamientos con ARV se producen cuando la persona tiene 50 CD4 y es asintomática. La verdad es que si hasta el 2008 en toda América latina sólo accedían a este tratamiento 445 mil personas con 190 CD4, la información no es correcta”. A esto, se suma que no existe un acceso a realización de test de VIH/sida, lo que implica una vulneración a los DDHH al no otorgar el derecho a la salud y al tratamiento o a la confidencialidad después del conocimiento de los resultados.

Otro problema es la inequidad ante el acceso a los tratamientos según el país. “Seguramente esto tiene que ver con dónde se producen los medicamentos, pero ¿cómo es posible que nos quedemos tranquilos sabiendo que en Belice el acceso al tratamiento cuesta 240 US$ y en Guatemala más de 2.100? Es el mismo tratamiento y produce exactamente los mismos efectos. El Fondo Global no tiene suficientes fondos, porque los países están más preocupados en salvar Bancos que vidas humanas”. Tras arrancar los aplausos de los asistentes (en su mayoría representantes de la sociedad civil), Cahn puso énfasis en la relación mortalidad y pobreza. “Cuanto más desigual es la distribución de los ingresos en cada país, más prevalencia del VIH podemos encontrar. A esto se suman el sexismo, el no apoderamiento de las mujeres, las influencias nocivas de fundamentalistos, como el de diversas religiones y el analfabetismo. Para la próxima década, tristemente estoy seguro de que estaremos hablando de nuestra región con un aumento en la incidencia del VIH/sida, un aumento sostenido de las infecciones de mujeres, más mortalidad y más tuberculosis multiresistentes”.

Tras él, Mario Bronfman, representante uruguayo de la Fundación Ford, señaló que la región se jacta de la existencia de sus procesos democráticos, pero que estos son “de muy baja calidad”, aunque lo positivo de los últimos años es que están apareciendo leyes aisladas que hacen frente a los diversos tipos de discriminación al entorno del VIH/sida, en especial en México, Nicaragua, Brasil y Costa Rica. También es clave la presencia y activismo de la sociedad civil, gracias a la que se han podido llevar a cabo denuncias a nivel internacional de los DDHH, específicamente, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Según Bronfman, los retos de los próximos años deberían radicar en lograr erradicar y penalizar la violencia sexual a través de una educación pertinente, a través de la movilización de la ciudadanía, con la protección de los derechos de migrantes, trabajadoras y trabajadores del sexo y acabando de una vez por todas con las inequidades de género y diversas fobias a las diferencias.

 

Prioridades de la región

A manera de conclusión, el representante de la Fundación Ford señaló diversos puntos elementales en el trabajo conjunto entre investigadores, actores sociales y gobiernos, como la protección y vigilancia de los Derechos Humanos, el cumplimiento de los compromisos internacionales firmados por los países (con un consecuente costo político si no se cumple) la inclusión real de la perspectiva de género en políticas y programas de los gobiernos, y que estén especialmente enfocadas a la “reeducación” de sectores como el de justicia. En este punto, Bronfman recuerda el caso de un juez mexicano que ante un caso de repercusión nacional sobre los derechos laborales de una persona portadora del VIH, el juez señaló a “aquellos que están infectados por esa bacteria”. “¿Qué me gustaría decir en la próxima conferencia? Que todo lo que se plantee en esta conferencia como meta, se cumpla, porque, tal y como dijo Peter Priot en la Conferencia de México, Nada de esto es negociable”, termina Bronfman.

 

Feminismo y VIH/sida

En la conferencia, también estuvieron presentes la feminista uruguaya Lilian Abracinkas y la psicóloga mexicana Gloria Careaga. Ambas coincidieron en catalogar a latinoamérica como un mozaico cultural, social y político, con una red de contradicciones muy importantes de los gobiernos de turno “muy buenos para firmar acuerdos, conferencias y convenios, pero ineficaces a la hora de llevar a cabo”.

Abracinkas también indicó que efectivamente hay avances dentro de los modelos de comportamiento de las mujeres de la región: ha disminuido la tasa de natalidad de 6 hijos por mujer en la década de los 60, a 2,5 en la actualidad. “Esto se debe a varios factores, entre los más importantes se encuentran el acceso a los métodos anticonceptivos, la secularización de las políticas públicas y la autodeterminación de las mujeres frente a la maternidad y la posibilidad de complementarla con otros proyectos de vida”.

 Pese a estos avances, según la feminista uruguaya, las sociedades aun dejan caer el peso de las “responsabilidades demográficas y de cuidado” sobre las mujeres, después de la incorporación de las mujeres al mercado laboral, lo que se suma a las tareas de cuidado de las familias, aun cuando se percibe menor salario, cuando hay una mayor flexibilidad laboral y cuando no hay el apoyo de los estados en este tipo de situaciones. “América latina es la región más inequitativa del mundo, donde las poblaciones que siempre han sido discriminadas sufren aun más las situaciones de precariedad. 55 mil niños viven con el VIH y 6 mil murieron el 2007. El 94% de los abortos sigue siendo clandestino. La violencia de género sigue siendo la principal causa de muerte y enfermedad de mujeres y niñas y las mujeres infectadas con el VIH si ya son discriminadas por su sexo a nivel laboral y cultural, ya no pueden seguir trabajando, siendo la mayoría de ellas las sostenedoras de sus hogares. El 80% de las mujeres que ha sido entrevistada y que es portadora del virus sufrió o sufre violencia machista” denuncia Abracinkas.

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